Fundaciones y Devoción a la Virgen Dolorosa en América, promovida por los Seglares Servitas gaditanos
Los seglares Servitas gaditanos fueron adelantados en llevar la devoción a la Santísima Virgen de los Dolores a tierras hermanas de América. Esto es debido principalmente a la falta de conventos que la Orden de los Siervos de María tenían en Andalucía y a la hegemonía que el resto de las Ordenes, tales como franciscanos, dominicos, capuchinos y otras, tenían con la corona pactado para sus fundaciones en aquellas tierras. Los misioneros llenaron todo el continente de advocaciones marianas, como podemos comprobar en las innumerables iglesias que tiene como titular a la Santísima Virgen, siendo éstas de lo más diverso.
La proyección americanista que la ciudad de Cádiz, vivió desde el siglo XVIII, ha quedado bien patente, pues se mantenía más atención en las cosas de ultramar que en las propias. En cualquier lugar hemos podido ver establecimientos de «coloniales», tiendas de «ultramarinos» y un sin fin de de nombres, que nos evocan tiempos pasados.
Los servitas gaditanos no fueron ajenos a estos movimientos, y así, las fundaciones y modo de vida al estilo de nuestra Orden, fueron numerosos en el nuevo continente, difundiendo la devoción a los Dolores de la Santísima Virgen y el carisma propio de los servitas.
Entre los que tenemos constancia escrita, en los archivos propios de esta Orden gaditana, se encuentra el más antiguo, en el acta del Consejo celebrado por los oficiales el 19 de enero de 1.749, donde se trata de la petición de Escapularios y Coronas Dolorosas, hecha desde Lima (Perú) por un hermano gaditano y que se transcribe literalmente en el cuarto punto del orden del día:
«Nuestro hermanos D. Josseph Pachino, quien se halla en Lima, Reyno de tierra firme a no. hermo. Mayordomo D. JOsseph Jordán afín de que sele remitan, algunos escapularios, Coronas y libros, con facultad para qº la pueda subdelegar en Persona Eclesiástica, para que pueda dar los havitos y profesiones a las personas que las tomaren quedando estas agregadas a nuestra Tercera Orden»
De ésta manera, vemos como se empieza a extender el espíritu de nuestros Siete Santos Padres por tierras americanas. La devoción y piedad hacia la Madre Dolorosa, la vida de fraternidad y al lado de los más necesitados, que fueron la constante en la vida de nuestros Padres y la esencia de la Orden.
Otro testimonio escrito data de 1.780, D. Cristóbal Espínola, piloto retirado de la Real Armada Española, quiso fundar una Orden Tercera Servita, en Veracruz (México), con la advocación de María Santísima de los Dolores, y con las mismas reglas y forma de gobierno con que se erigió en Cádiz, y se encuentra en la Parroquia de San Lorenzo Mártir.
Con ese deseo, el mencionado navegante, asociado al Conde del Valle de Orizava, D. Diego Peredo Hurtado de Mendoza, recurren a S.M. el rey Carlos III, el cual, el 25 de enero de 1.787, concede Real Cédula para tal fin; previniendo a los interesados que se presentasen a la Curia de esa ciudad, y que conformasen las Reglas en todo lo posible, con las que rigen al «Tercer Orden Servita» de Cádiz, que habían remitido a S.M. los peticionarios.
Una vez hecho esto y concedidas todas las aprobaciones de las autoridades civiles y religiosas del país, el Prior General de la Orden de los Siervos de María, Fray Gregorio Mª Clementi de Belluno, con fecha 2 de enero de 1.791, concede la patente de erección, y autoriza al Padre Guardián del Convento Casa Grande de N.P. San Francisco de Veracruz, a que fundase la deseado Orden Tercera Servita y concede indulgencias y las gracias y beneficios espirituales que la Orden tiene, a todos los hermanos, de ambos sexos, que así lo deseasen. Se adjunta este artículo fotografía de la portada de la Gazeta de México publicada el 15 de noviembre de 1.791 en la que se aludía a esta fundación y cuyo ejemplar completo se conserva en el archivo de nuestra Orden.
De ésta misma manera, encontramos en los archivos de la Orden, datos referenciados a América, una copia de las reglas de la V.O.T. Servita fundada en Cartagena de Indias (Colombia), a imitación e influenciada por la gaditana.
En la Catedral de Buenos Aires (Argentina), pudimos ver, gracias a las fotos que nos proporcionó, en uno de sus viajes a ese país hermano, nuestro buen amigo y colaborador con esta Orden en innumerables ocasiones, D. José Luis Ruiz Nieto Guerrero, la imagen de la Virgen Dolorosa, que se venera en uno de los altares del citado templo, que había sido donada por la madre del General San Martín, libertador del país en 1.790 y cuyas reliquias reposan en un mausoleo en el propio templo. En la parte inferior de esta reseña podemos ver algunas fotografías de esta dolorosa que nos remitiera una hermana de esta Fraternidad, Nazarena Micheli, que se hizo por expreso deseo de Dña. Gregoria Matorras, que quiso trasladar a los bonaerenses la piedad y devoción que ella adquirió en Cádiz a nuestra Dolorosa, durante su larga espera, al lado de su hijo, D. José de San Martín, antes de llegar a tierras argentinas.Durante un tiempo se pensó que esta imagen había desaparecido tras un incendio en la catedral bonaerense, siendo sustituida por otra imagen de Juan Abascal, autor de la imagen yacente que se encuentra a los pies de la dolorosa, pero afortunadamente no fue así.
Estos cuatros documentados ejemplos, sirven para dejar constancia de la inquietud de los Servitas gaditanos, por evangelizar y propagar en el Nuevo Mundo, la devoción a la Madre de Dios y las prácticas de piedad que a la Santísima Virgen corresponden.
Recientes investigaciones a nivel iconográfico sobre nuestra titular, las cuales viene realizando Dña. Guadalupe Romero Sánchez, Doctora en Historia del Arte de la Universidad de Granada, dentro de un proyecto de investigación que lleva por título «Andalucía en América: patrimonio cultural y relaciones artísticas», apuntan al descubrimiento en Chile de una pintura en la que se especifica en la parte inferior de la peana de la Virgen que es una imagen pintada de la que se venera en los Servitas de Cádiz y de la cual nos avanza la fotografía que se aprecia a la derecha de esta reseña.
Afortunadamente, y gracias a la protección divina, hoy es muy floreciente el panorama americano, en cuanto a vocaciones y devoción a la Stma. Virgen se refieren, siendo numerosos los conventos y fraternidades seglares servitas en dicho continente.
Quizás el mayor orgullo que hoy podemos sentir los servitas gaditanos es que fruto de esa semilla que se sembrara allá por el año 1.791 en Veracruz (México) haya salido el que fuera Prior General de nuestra Orden, el mejicano Fray Ángel María Ruiz Garnica, primer general de la historia de la Orden de habla hispana, que nos acompañó el 15 de septiembre de 2.002 en la S.I. Catedral de nuestra ciudad durante el pontifical de celebración por el 275 aniversario de nuestra fundación, y en la que se mostró orgulloso e ilusionado por estar en la tierra desde donde llegaría a su patria el carisma de los Siervos de Santa María.
Hoy día y gracias a los avances tecnológicos esta proyeccion americanista se mantiene con miembros de fraternidades y devotos de Méjico, Perú, Venezuela, Colombia, Guatemala, Costa Rica, Cuba, Argentina, Brasil, Chile, etc.